De acuerdo con el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (2021), el desempeño de una organización se puede medir por la obtención de resultados sobresalientes, lo cual se puede ver determinado por el liderazgo “que gestione, a nivel personal y colaborativo, una transformación positiva en la organización”.
Las competencias y aptitudes de los colaboradores son fundamentales para que cualquier organización alcance los objetivos que se plantea, pero cuando el encargado de la coordinación entre colaboradores es un líder de alto desempeño, se mantienen y potencian dichas competencias y aptitudes dentro de la organización, al tiempo que mejora la coordinación entre ellas, impulsando la eficiencia.
Yira Montilla, especialista en gerencia emocional, facilitadora con 22 años de experiencia en el área de crecimiento profesional y personal, y 10 años de experiencia en gestión de talento humano, enfocada en mejorar prácticas organizacionales y experta en liderazgo gerencial (2023) menciona que el liderazgo ha adquirido una nueva dimensión, existe un nuevo enfoque en la inteligencia emocional para el liderazgo; sobre todo a partir del S.XXI.
Cuando hablamos de liderar equipos actualmente, se tiene una nueva visión, que tiene como dimensión básica "el sentir", que se refiere a lo que comúnmente se conoce como inteligencia emocional y comunicación efectiva. “Antes se consideraba sólo la parte técnica, ahora también se considera la parte emocional, el cómo tú te comunicas con tu personal” (Montilla, 2023)
“Nosotros somos 80% emocionales, y solo el otro 20% es coeficiente intelectual, entonces, si no manejamos adecuadamente nuestras emociones, tampoco vamos a poder manejar a las personas”, menciona Montilla, resaltando la relevancia que tiene la gestión de las emociones para la coordinación de equipos que implica el liderazgo de alto desempeño.
De acuerdo con la especialista, la comunicación, el manejo de conflictos, la delegación de funciones y la empatía son parte de las competencias que debe tener un líder de alto desempeño y las resalta como elementos esenciales. En este sentido destaca lo fundamental que es procurar el desarrollo de estas habilidades.
Lo primero y más básico, de acuerdo con Montilla, es trabajar la conciencia emocional, para luego lograr la gerencia de nuestras propias emociones básicas: miedo, alegría, rabia, tristeza y amor. La idea es hacer el ejercicio de evaluar cómo es nuestra conducta y cómo es nuestra reacción fisiológica frente a estas emociones, y qué personas o situación las provocan; además identificar aquellas emociones más significativas, que son las que más dominan y conducen a la pérdida la capacidad de respuesta dentro de la organización.
“Cuando empezamos a tomar conciencia del porqué tengo determinada conducta y el daño que genera, entonces me empiezo a dar cuenta de cómo estoy actuando, y así tenemos la primera fase para empezar a trabajar en ser inteligentemente emocional”
En el marco de lo que Montilla plantea como la dimensión de "el sentir" dentro de la configuración del liderazgo de alto desempeño, el ITESM (2021) plantea la autogestión, la negociación y la comunicación como elementos imprescindibles para lograr el liderazgo de alto desempeño.
La autogestión no es otra cosa que la identificación de aquellas fortalezas y puntos de mejora propios. “Saber manejar tus emociones y enfocarte en tu desarrollo colectivo es fundamental para alcanzar un alto desempeño” (ITESM, 2021).
La negociación consiste en la capacidad de generar y hacer ver las relaciones ganar-ganar entre la organización y el colaborador, así como entre los propios colaboradores entre sí. La meta es lograr acuerdos y que todas las partes salgan beneficiadas. “(...) esto genera un clima de confianza y compromiso para fortalecer las relaciones profesionales en busca de seguir colaborando” (ITESM, 2021). Pensar, como llegar a acuerdos ganar ganar con el colaborador, evitar el conflicto y establecer prioridades (Montilla, 2023).
La comunicación versa sobre la necesaria bidireccionalidad que debe existir en el contacto entre el líder y el colaborador. No se trata solo de mandar, sino de que realmente lo escuchen, y de conceder relevancia a lo que el otro tiene para decir y aportar. No basta con la jerarquía ni el idioma, hace falta conectar para lograr dirigir el trabajo colaborativo (ITESM, 2021). Al respecto de la comunicación, Montilla plantea que en un 38% se trata de tono de voz, 55% es nuestro cuerpo y solo 7% es nuestra palabra, es decir Inteligencia emocional para el liderazgo.
En grupo Fastmed somos conscientes de la importancia de la autoconciencia y gerencia emocional en el liderazgo y la eficiencia en las organizaciones, es por eso que ofrecemos distintos planes para empresas, que cuentan, entre otros servicios, con asesoría psicológica y diversas modalidades de formación y capacitación especializada. Contamos con un grupo multidisciplinario de profesionales de alto nivel y más de 20 años de experiencia en el mercado de la salud y la seguridad empresarial.
Referencias:
Montilla, Y (2023). El liderazgo de alto desempeño / Entrevistada por Ana Maria Aldana
ITESM. (2021, 2 febrero). 5 habilidades que necesitas para ser un líder de alto impacto. Recuperado 20 de abril de 2023, de https://blog.maestriasydiplomados.tec.mx/5-habilidades-que-necesitas-para-ser-un-l%C3%ADder-de-alto-impacto
Comentários